Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con una maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales en la gran https://roryobfg778488.activablog.com/37631875/la-historia-completa-del-cabezazo-de-zidane-a-materazzi